[su_dropcap style=»flat»]T[/su_dropcap]odos hemos escuchado en vivo a instrumentistas y cantantes que nos han emocionado. También hemos asistido a conciertos en los que lo que no hubo esa conexión entre el intérprete y nosotros. O en los que simplemente nos aburrimos por lo tedioso y monótono de su interpretación.
La importancia de los detalles
La técnica en la ejecución de las notas de una obra musical es importante. Nadie lo duda. Pero lo que hace que la música llegue al oyente, que le conmueva de verdad, es otra cosa. Por supuesto, hay factores subjetivos que intervienen en esa conexión tan especial. Pero hay detalles que un buen músico debe conocer y potenciar para que la música resulte interesante. Y esos detalles pueden estar escritos o no en la partitura.
Un buen músico debe ir más allá de las notas para crear una buena interpretación. Independientemente de la época, el estilo y el autor de la obra. Y un buen profesor de instrumento o canto debería enseñar a sus alumnos a hacerlo desde un principio. Lamentablemente, esto no suele ser así. En muchas escuelas y conservatorios se dedica más tiempo del deseable a trabajar únicamente el solfeo y la técnica. De este modo, se descuidan las cuestiones que diferencian la interpretación de la mera ejecución.
Variedad = Interés
Imagina esto: un concierto de alumnos que fusilan una tras otra una serie de piezas de distintos estilos. Todas tocadas con una misma dinámica e idéntica (in)expresión. ¿Te resulta familiar? Es la anti-música. El anti-arte. Algo realmente triste. Y, desde luego, no tendría por qué ser así solo porque se trate de estudiantes.
En Global Piano Studio ponemos mucho énfasis en que nuestros alumnos aprendan a comunicar con la música. Les enseñamos a fijarse en los detalles para hacer más atractivas sus interpretaciones. Y lo hacemos desde el principio. No importa si se trata de un alumno de 6 años que apenas sabe 5 notas con cada mano. Esas notas pueden interpretarse de muchas maneras: legato, staccato, forte, piano, con crescendo o diminuendo…
Cuanto mayor sea el contraste entre opuestos, más variedad e interés tendrá la música.
Si eres profesor, no infravalores a tus alumnos. Cualquiera de ellos puede entender, por ejemplo, que una melodía en sentido ascendente debería crecer en dinámica de manera natural. Y viceversa. O que la primera nota de un compás siempre debería acentuarse (¿para qué si no sirven los compases?). Jamás he entendido por qué algunos profesores esperan tanto para empezar a explicar este tipo de cuestiones.
Estilo e interpretación
Un buen profesor de instrumento o canto debería tener una sólida formación en materia de estética musical. Además de un amplio conocimiento del repertorio de su instrumento. Es su responsabilidad saber cómo debe interpretarse la música, de acuerdo con su época y estilo.
No es lo mismo (o no debería serlo) tocar al piano Mozart que Chopin, o Brahms que Gershwin. Si el profesor no lo sabe, ¿cómo va a enseñar a sus alumnos?
En Global Piano Studio recomendamos a nuestros alumnos que escuchen versiones distintas de las obras que están estudiando. Buenas y malas. Si no, ¿cómo van a desarrollar su juicio crítico? También les animamos a que escuchen otras piezas distintas del mismo compositor. Y que lean sobre su vida y conozcan mejor su obra. Todo ello contribuye a que se formen una idea más completa de cómo deben construir su propia interpretación.
Hoy en día, plataformas como Spotify permiten un amplio abanico de opciones de escucha. Y en internet hay cientos de páginas en las que pueden leer sobre la vida y la obra de cualquier compositor. No hay excusa para limitarse tan solo al repertorio que estudian en clase.
Y tú, ¿tocas o interpretas? ¿Ejecutas o transmites?
En Global Piano Studio hemos organizado un Taller de Interpretación Pianística para el sábado 15 de diciembre. Será en el Castillo San Felipe de Puerto de la Cruz, a las 10.30 horas.
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