[su_dropcap style=»flat»]A[/su_dropcap]ctualmente está más que demostrado que el estudio de la música reporta numerosos beneficios: a nivel intelectual, físico, emocional, social e, incluso (¿por qué no decirlo?) espiritual. Por desgracia, la mayoría de los responsables políticos y buena parte de la sociedad de nuestro país no parecen haberse dado por enterados.
Panorama educativo actual
El mundo educativo está viviendo una época de muchos cambios:
- Cada vez más se tienen en cuenta las inteligencias múltiples, planteadas hace décadas por Howard Gardner.
- Todo el mundo habla sobre la importancia del desarrollo de la creatividad, la motivación, el aprendizaje vivencial o la búsqueda de experiencias.
- Nos venden métodos (convenientemente registrados como marcas comerciales) para que nuestros hijos conecten ambos hemisferios del cerebro.
Sin embargo, los planes de estudio y las programaciones de muchos centros académicos siguen anclados en el pasado. Esto afecta tanto a la formación general como a los estudios musicales, reglados y no reglados.
La enseñanza musical
Todo aquel que dedica tiempo y esfuerzo al dominio de un instrumento o de la técnica vocal desarrolla, sin saberlo (ni pensarlo), las habilidades arriba mencionadas. Además, mejora en otras muchas que no parecen tener relación con la música. Por ejemplo, el cálculo matemático o el desarrollo del lenguaje.
En futuras entradas del blog hablaremos con mayor detalle de los numerosos beneficios que aporta el estudio de la música a las personas. Pero antes hablemos de los retos que asumimos cuando estudiamos música.
Retos
Cuando comenzamos a estudiar música con un mínimo de seriedad nos enfrentamos a una serie de retos:
- intelectuales: debemos aprender un nuevo lenguaje, con signos, reglas gramaticales y caligrafía propias, como los de cualquier idioma;
- físicos: nuestra psicomotricidad, coordinación y lateralidad se ven desafiadas de modos que no nos habíamos planteado hasta ese momento;
- logísticos: debemos aprender a gestionar nuestro horario (escolar, laboral, familiar, de ocio…) para disponer de tiempo suficiente para acudir a clase y realizar la necesaria práctica diaria en casa.
A medida que progresamos, estos retos van en aumento y son cada vez más ambiciosos. Superarlos conlleva esfuerzo y dedicación, dos valores que, lamentablemente, los sistemas educativos y la sociedad en general han dejado de premiar hace tiempo.
Beneficios específicos
Estos son solo algunos de los beneficios directos que aporta la educación musical:
- Refuerza la atención y la concentración
- Contribuye a desarrollar la memoria
- Potencia la creatividad
- Desarrolla la psicomotricidad
- Refuerza y mejora la autoestima
- Estimula la empatía y las habilidades sociales
- Educa en valores
- Reduce el estrés
Conclusiones
Recuerda: que tus hijos vayan a clases de música con un profesor particular o en una escuela de música no significa necesariamente que reciban una buena formación instrumental o vocal.
Tanto si quieres ser un profesional de la música como si quieres disfrutar de ella como un hobby, plantéatela con seriedad. No con rigidez ni dogmatismo, pero sí con unos mínimos de exigencia y calidad artística. De lo contrario, estarás tirando el dinero.
Busca y compara. En Global Piano Studio creemos que el placer que puede aportarnos la música no está reñido con la organización, el estudio y el compromiso. Al contrario, la experiencia nos demuestra que cuanto más progresan nuestros alumnos, más disfrutan y se apasionan por la música.
Autor: Ismael Perera Hernández
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